En determinados delitos y circunstancias, la responsabilidad penal alcanza no solamente a las personas físicas sino que puede extenderse también a las personas jurídicas involucradas, a las que se les aplican graves sanciones. Tal el caso, por ejemplo, de los delitos tributarios, aduaneros, cambiarios, el lavado de activos, cohecho (coimas/sobornos), tráfico de influencias, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, concusión y enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados.

En estos casos adquiere especial relevancia para la exención o graduación de las penas la implementación de reglas y procedimientos internos, sistemas de control y supervisión adecuados, y programas de integridad acordes a los riesgos propios de la actividad que la persona jurídica realiza, lo que comúnmente se denomina “criminal compliance”.

Prepelitchi Abogados asesora en estas materias, ayudando a identificar cuáles son los riesgos penales a los que se halla expuesta la empresa, y los tramos de la gestión en que esos riesgos se manifiestan con mayor fuerza. A partir del análisis de los riesgos que la economía del negocio puede acarrear, y las derivaciones jurídico penales que la actividad y decisiones empresarias pueden conllevar, procuramos evitar la comisión de ilícitos, y con ello la responsabilidad penal tanto de la entidad como de sus accionistas y directores.